El reino del que proviene Iseo se dirige cada cierto tiempo a Cornualles a reclamar unos tributos a cambio de su protección. Un año el joven Tristán decide retar al Morholt el hombre que recogía los tributos y tío de Iseo. Tristán es vencedor, pero herido, y echado a las aguas acaba en el reino de Irlanda al que pertenece Iseo. Ella le encuentra y le cura, y cuando ya vuelve a estar sano regresa a Cornualles.
Un día el rey Marcos decide casarse, pero no sabe con quién, entonces Tristán se acuerda de la joven que le salvó la vida, una joven muy bella y soltera, y el rey Marcos acepta. Tristán se dirige al reino de Irlanda y le dice a los padres de Iseo la noticia, que ellos aprueban a pesar de la lejanía del lugar y de los antiguos enfrentamientos. Pero Iseo no estaba enamorada de ese rey al que nunca había visto. Su madre apenada por esto, le entregó una poción que debían beber ella y el rey para caer profundamente enamorados.
En el camino de regreso hacia Cornualles tuvieron escasez de provisiones y Tristán abrumado por la sequía le pidió a un criado suyo que le diese algo de beber y a la doncella Iseo también. Este inconscientemente les entrega la poción del amor y las víctimas sin saber lo que estaban bebiendo, ni lo que les deparaba lo tomaron con mucho gusto.
Es ahí cuando comienza una larga historia en la que Tristan e Iseo viven una apasionante y amarga aventura a las espaldas de su tío y marido el rey Marcos, que a pesar de que todos sus vasallos les tendieron trampas y le denunciasen ante el rey, este no les creía puesto que jamás desconfiaría de su sobrino, ni de su mujer.
Pero un día este les descubre...
Es una bonita leyenda trágica en la que los amantes luchan contra el mundo para morir o sobrevivir, pero siempre unidos.
Esta conmovedora leyenda ha sido muy versionada, e incluso se ha creado una Opera basada en estos amantes: Tristan e Isolda, de Richard Wagner
No hay comentarios:
Publicar un comentario