La Ladrona de Libros

Título: La Ladrona de Libros
Autor: Markus Zusak
Género: Novela histórica

Markus Zusak es un escritor australiano que se inspiró en las historias que escuchaba de niño sobre la Alemania Nazi, el bombardeo de Múnich y el maltrato a los judíos.

Historia:

  Lo primero que llama la atención es su narrador: la Muerte. Ella es la que nos cuenta, en primera persona, y a veces describiendo sus propios sentimientos, la historia de Liessel, una niña alemana que descubre durante la segunda guerra mundial el placer de la lectura y el horror de la guerra.
Aunque se hayan hecho muchas novelas sobre el Holocausto, ésta tiene de especial la manera de tratarla, el punto de vista de la historia. A diferencia del Niño del Pijama, la Ladrona cuenta los horrores de aquellos que vivieron la segunda guerra mundial como ciudadanos normales, tratando, en la medida de lo posible, de seguir con sus vidas, mientras eventos tan dramáticos como el gaseado a los judíos y las bombas se desarrollaban. Es este el caso de la familia de acogida de Liessel. 
Sus relaciones son principalmente con Rudy, el niño con el que Liessel entabla una gran amistad, obsesionado con Jesse Owens; Max, el ex.púgil judío que permanece escondido en el sótano; Hans, el pintor de brocha gorda y músico aficionado que ejerce como padre de Liessel; Rosa, la irascible madre de acogida; la mujer del alcalde, y algunos más que rodean a Liessel, la niña protagonista, la ladrona, literalmente, de libros, jugando en medio de la guerra.

Opinión:

  La Ladrona de Libros es una novela entrañable que desde el principio te llama. No sólo por los bombardeos, no sólo por el tema, más por la manera de sobrellevarlo de la gente, la indiferencia de algunos jóvenes ante aquel drama, el que se considerase algo bueno no llorar con ello, el esconderse, el cómo continuaban con sus comidas, con sus hijos, con sus cuentos. Te da una idea de cómo debió de ser vivir con aquello, y es sencillamente terrorífico.
Me impactó mucho más que las otras que he leído de la época, y creo que lloré un par de veces, o estuve a punto de hacerlo; no es sólo el encanto de Liessel y el amor por la lectura y la escritura que refleja en ella el autor, demostrando el buen refugio que es en malos tiempos, sino la dulzura con la que habla de ella la Muerte, que ella también tiene sentimientos y sobre todo un gran pesar... 
La recomendaría a todo el mundo.